lunes, 14 de junio de 2010

Teoría y práctica del marketing.

Aclaración y disculpa pública.

Es necesario que la verdad salga a la luz.

Aunque sea dura.
Aunque duela.
Aunque decepcione.
Aunque no hayamos podido vender la exclusiva a la gaceta "El chisme tiene la razón".

¡Cuchulito no es Cuchulito!

Sí, lo admito: la imagen del perrito enojado no es una fotografía del "verdadero" Cuchulito, querida mascota de Lady Rossy, quien en un rapto de generosidad -del que sin duda ahora se arrepiente amargamente- lo cedió para que tuviera un destacado papel en este blog.

No bien llegó a mi conocimiento el... disgusto, llamémosle disgusto, de Lady Rossy al percatarse del cambiazo, le ofrecí sentidas disculpas y explicaciones en forma privada y personal. Muy sentidas, teniendo en cuenta que me estaba dejando sordo y calvo, a base de gritos, lloros, pataleos y tirones de cabello. Es difícil lidiar con el temperamento sereno de Lady Rossy cuando no está sereno.

Luego pensé que quizás fuera útil repetir aquí la explicación, por si la dama, en su enajenac... en su estado femeninamente alterado, no hubiera entendido a cabalidad mis argumentos.

La cosa es así. ¿Ustedes creen que cuando hagan la película sobre la vida de la Madre Teresa van a elegir para caracterizarla a una ignota monja feíta y mugrienta de la India, por superiores que sean sus virtudes morales? Yo pienso que lo más probable es que contraten a Penélope Cruz, que sabe poner bellos ojitos de mártir, o incluso a Angelina Jolie y sus labios de rezar avemarías.

Ya ven, la sustitución de Cuchulito también fue un asunto de marketing y ventas. El bueno de Cuchulito jamás sabría poner esa carita de perrito mafioso, ni tiene un aspecto tan peludito tampoco. La belleza de Cuchulito es interior, se ve con los ojos del corazón. De preferencia, los ojos de un corazón que lo haya conocido desde cachorrito. Eso, en cuanto a razones meramente de imagen.



Por otra parte, y menos frívolamente, está el asunto de los riesgos. Lady Rossy debería saber que estamos protegiendo la intimidad virtual de Cuchulito -un can muy discreto, modesto y tímido- y manteniéndolo a salvo de graves peligros. ¿Cuáles pel..? Bueno, ehhh... a ver.... por ejemplo que llevados por febril entusiasmo los fanáticos de este blog creen en facebook un grupo de admiradores de Cuchulito, y que luego alguno de los tres millones de miembros, que no goce de perfecta estabilidad mental, decida secuestrarlo. Esas cosas pasan, señores, esas cosas pasan.

Bien. Esperamos que el asunto esté aclarado a satisfacción de las partes. Con permiso, tengo que ir a curarme estos arañazos, la septicemia en la Edad Media te deja frito.

Nota: ningún animal fue maltratado para producir este blog.