martes, 1 de junio de 2010

VIVIENDO AL BORDE DEL PELIGRO Ó LOS RIESGOS DE INGRESAR A UN GRUPO DE NOVELAS ROSA

Semejanzas y diferencias.


Algunas de ustedes quizás se pregunten el origen de determinados asuntos mencionados en este blog. Es natural, las muj... las personas son curiosas. Y cuando leen –en reiteración real, como dicen en la sección policial del noticiero- acerca de calditos Knorr, clones, persecuciones implacables, bufandas a medio tejer, retratos requeridos y toda suerte de otros inquietantes detalles, desean enterarse de cómo comenzó todo. ¿Cómo se conocieron el príncipe y la princesa... realmente? ¿Quién persiguió a quién? ¿Quién...(música sensual, por favor)... sedujo a quién? ¿Quiénes fueron los cómplices que intervinieron activamente en los avatares de su relación? Aquí empieza a desenredarse el ovillo, atención.

Esta historia empezó dentro de un grupo de aficionados (el uso del sustantivo masculino es un himno al machismo en el idioma castellano, digamos que eran unas treinta aficionadas... y yo) a la lectura y traducción de novelas románticas. Ustedes saben cómo son esas cosas: al principio mucha educación, mucha cortesía, mucho atenerse al tema que nos reunía... pero al poco tiempo mostramos la hilacha y echamos los chanchos. Y aquello fue un viva la patria.



Para muestra, aquí va una selección –bastante expurgada, este blog no pretende saltar a la fama a través del simple expediente de ser demandados por exposición indebida de intimidades ajenas- de aquel intercambio de cartas, gozosa lluvia de mariposas virtuales que se posaban en nuestro correo cada día.